¡No a los parquímetros en el barrio!

Desde la Asamblea de Jóvenes Príncipe Pío denunciamos una más de las injusticias que se cometen en este país, o más bien en este sistema, que si ya es injusto de por sí, las injusticias se agravan con la ambición de los poderosos.

En el barrio de la Colonia del Manzanares y la zona de Príncipe Pío, nuestro barrio, nuestro “querido” ayuntamiento de Madrid, al servicio de los grandes empresarios y banqueros, ha decidido implantar el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), los parquímetros. Esta medida, lejos de buscar un nuevo modelo de ciudad, con un transporte sostenible, no es más que otra manera más de hacernos pagar por lo que ya pagamos día a día, lo que es de todos, lo público.

Hay quien puede decir que su intención es resolver el problema de los aparcamientos, lo que a nuestro entender es una falacia, dado que solo permite el uso del coche a quien pueda permitirse pagárselo. Además, los vecinos y vecinas de la zona nos veremos obligados a pagar por año, otro pago más mediante el cual el Ayto. trata de cargar sobre las espaldas del pueblo trabajador madrileño la deuda acarreada.

Si bien es cierto que en muchos barrios de Madrid ya tienen el SER, este no puede ser el argumento que lo sustente. Más bien, esperamos mediante nuestra lucha que otros barrios y municipios de Madrid se rebelen contra sus servicios de parquímetros. Nuestra respuesta es clara: ¡Ni parquímetros aquí, ni parquímetros en ningún barrio!

Lo que nosotros entendemos es que detrás de la intención de solucionar el problema de los aparcamientos, se esconde la cruda realidad: la del afán recaudatorio. No dejemos que se salgan con la suya, porque creemos (y la gente del barrio nos ha demostrado cuando salimos a la calle a por propuestas para mejorar el barrio) que encontrar sitio para aparcar no es de los problemas más importantes o urgentes en el barrio. Por tanto no nos resignemos, luchemos hasta el final, con el ejemplo de lucha popular en Gamonal.

¡Parquímetros no! Ni en este barrio, ni en ninguno.

Basta de obediencia y resignación que nos condena. ¡Lucha organizada!